La Iglesia, el Gobierno y líderes religiosos musulmanes han unido esfuerzos para salvar a Rimsha Masih, la niña cristiana de once años que padece síndrome de Down encarcelada bajo la ley de blasfemia por haber quemado sin querer algunas páginas del Corán.

Rimsha fue detenida el 11 de agosto en un barrio pobre de Islamabad luego que una multitud furiosa exigiera un castigo para la supuesta blasfema. Algunos informes de organizaciones humanitarias que trabajan en la zona indicaron que la menor quemó papeles recogidos de un cúmulo de basura –entre los que había páginas del Corán-, con la intención de hacer fuego para cocinar. Actualmente la niña está aislada en una celda.

Este hecho impresionó a la opinión pública mundial y ha suscitado “el compromiso de las instituciones y de los líderes religiosos para que sea puesta en libertad”, indicó el católico Paul Bhatti, Consejero del Primer Ministro para la Armonía Nacional, a la agencia Fides.

“Tenemos confianza en este asunto, y vemos que la colaboración de los imanes ha sido preciosa”, añadió Bhatti.

Los líderes musulmanes no han aceptado el pedido de los radicales de proclamar anatemas, pues esto habría provocado ataques violentos contra los cristianos. Sin embargo, la situación es tensa y la policía ha salido para garantizar la seguridad del barrio cristiano. Por su parte, la familia de la niña debió ser transferida a un lugar seguro.

Asimismo, más de 600 personas han huido y han refugiado con otras familias o en iglesias. Algunos sacerdotes de la Caritas diocesana les están proporcionando comida y asistencia.