Pakistán eliminará ministerio que protege a cristianos

El Presidente de Pakistán Yousaf Raza Gilani –aliado con partidos extremista islámicos– ha dado un serio paso atrás en materia de defensa de la libertad religiosa al anunciar que eliminará el Ministerio de las Minorías Religiosas, liderado hasta ahora por el católico Shahbaz Bhatti, para convertirlo en un Ministerio para Asuntos Religiosos.

Según señala Radio Vaticana el 7 de febrero, habrá una reorganización en el gobierno pakistaní que reducirá algunos de sus departamentos. Al respecto, las minorías cristianas del país temen que no haya nadie "que cuestione la legitimidad de la Ley de Blasfemia" que suele ser usada como excusa para la persecución por parte de los extremistas islámicos.

Radio Vaticana señala que los llamamientos y manifestaciones de la comunidad internacional contrarios a la Ley de Blasfemia serían una de las razones que llevaron a la abolición de este ministerio.

La agencia vaticana Fides indica que el gobierno pakistaní actúa "de esta manera, para reafirmar su independencia y la hostilidad a la interferencia externa".

La Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán, lanzó "la alarma por el respeto de la libertad de conciencia y de religión en Pakistán".

Peter Jacob, secretario ejecutivo de la Comisión, propuso que el Ministerio para las Minorías sea absorbido por el Ministerio para los Derechos Humanos y explicó a Fides que este ministerio "siempre ha sido para el Gobierno una coartada y un engaño, y que no hay medidas gubernamentales ni resultados concretos a favor de las minorías religiosas para eliminar la discriminación".

A su turno, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, Mons. John Lawrence Saldanha, declaró que "si hay o no un Ministerio de las Minorías la postura de la Iglesia hacia el Gobierno no varía", y pidió respeto a los derechos y las libertades fundamentales de las minorías religiosas, incluyendo a los cristianos.

"Vamos a seguir pidiendo la abolición de la Ley de Blasfemia", añadió.

La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán. La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.

La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.