La Policía de Kasur, en Punjab (Pakistán), arrestó ayer a Shabir Ali, uno de los dos musulmanes acusado de violar a Fouzia Bibi, la menor cristiana de 15 años, lo que ha sido calificado por el abogado de la familia como “un paso adelante en la justicia”.

Aunque aún falta detener al otro inculpado, Sher Mohammed; el abogado Mushtaq Gill, de la Ong LEAD (Legal Evangelical Association Development), dijo a la agencia Fides que se espera que "después de las investigaciones policiales, pueda comenzar pronto el proceso".

"Esperamos que se realice un proceso judicial rápido y transparente para castigar a los culpables", añadió el abogado, que recordó las presiones que pueden ejercer las familias de ambos musulmanes, conocidos por sus influencias. Sin embargo, ayer un tribunal de primera instancia rechazó la libertad bajo de fianza para Ali.

En una nota enviada a Fides, Malooka Masih, padre de la joven, recordó que hace un año las mismas personas violaron a Shana, una menor cristiana de 16 años, “pero su padre no inició ninguna acción legal por miedo y por dolor”.

Los miembros de la familia de Shahna, como los de Fouzia, trabajan como obreros agrícolas en la finca de propiedad de las familias adineradas de los dos acusados.

Ante estos casos, el abogado Gill recordó que en Pakistán “los cristianos sufren la humillación de ser ciudadanos de tercera clase”.