Padre Solalinde recibe mucho dinero y no puede celebrar Misa en Veracruz, asegura Obispo

Padre Solalinde recibe mucho dinero y no puede celebrar Misa en Veracruz, asegura Obispo
P. Alejandro Solalinde. Foto: Wisengamot Attribution-ShareAlike 3.0 Unported (CC BY-SA 3.0)

El Obispo de Veracruz (México), Mons. Luis Felipe Gallardo, aseguró que el sacerdote Alejandro Solalinde "recibe mucho dinero" y tiene prohibido celebrar Misa en su diócesis.

En declaraciones a los medios mexicanos el 16 de marzo, el Obispo explicó que decidió prohibirle al sacerdote celebrar la Eucaristía en su diócesis por un asunto de coherencia de fe.

"Yo se lo prohibí por una razón de coherencia de fe. ¿Qué significa la Misa? ¿Qué dice San Pablo? Todos los que nos alimentamos de un solo pan y de un solo vino, somos un solo cuerpo. La Eucaristía es el signo supremo de comunión en Cristo, somos una sola cosa en Cristo. Esa es la Iglesia. Y si tú quieres celebrar la Misa y saliendo de ella 'tirarle' a la Iglesia, 'tirarle' a los obispos, decir que los obispos no hacen nada, pues eso es incoherencia", explicó el Obispo de Veracruz.

El pasado 8 de marzo, el P. Solalinde acusó a Mons. Gallardo de prohibirle visitar la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, donde se reunía con familiares de desaparecidos, y celebrar Misa en su diócesis.

Tras precisar que él no es Obispo del P. Solalinde, ya que el sacerdote pertenece a la diócesis de Tehuantepec, el Prelado precisó que la prohibición de celebrar Misa rige para la diócesis de Veracruz.

El Obispo también describió brevemente la labor que realiza su diócesis con los migrantes y resaltó que el P. Solalinde no es el único que los ayuda.

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Mons. Gallardo dijo a los hombres de prensa que "si ustedes investigan –porque hacen periodismo de investigación– se darán cuenta que son más de 70 albergues" para migrantes los que existen en México. "Que no crea él (el P. Solalinde) que es el único que trabaja por los migrantes", agregó.

El Prelado dijo además del P. Solalinde que "él tiene subsidios, y subsidios muy fuertes, tiene economía, tiene dinero". "Lo que sé es que recibe mucho dinero" de "organizaciones, incluso ONGs que se dedican al tema" de los migrantes, añadió.

El Prelado recordó asimismo que hace unos días informaron sobre el servicio de la diócesis en este campo para "hacer ver que si él (P. Solalinde) se queja de que los obispos no hacen nada, pues le pusimos todo lo que hacemos en la diócesis. Tenemos un albergue guadalupano que sostiene todas las parroquias del decanato Guadalupe".

El albergue, explicó, "da miles de comidas y ayudan de muchas formas: salud, comunicación con familiares, aseo; todos los días pasan por ahí los migrantes y también los instruyen sobre los derechos humanos y las precauciones que deben tener". También alientan el servicio de "Hogares por el Amor de Dios, que tiene un comedor cercano a las vías donde hacen lo mismo", agregó.

El Obispo también describió la labor de ayuda con las familias de los desaparecidos, un tema ante el cual no están "cruzados de brazos".

Desde hace algunos años celebra una Misa con ellos y "luego vienen al salón y les doy un mensaje (…) precisamente en un plan de fortalecerlos en la fe y la esperanza cristiana, en el perdón, porque Cristo Jesús nos enseñó a perdonar. Lo decimos en el Padre Nuestro".

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¿Quién es el Padre Alejandro Solalinde?

El P. Alejandro Solalinde es un sacerdote mexicano de 73 años que dirige desde 2007 el albergue Hermanos en el Camino, que ayuda a los migrantes en su paso hacia los Estados Unidos.

Además de este servicio, el sacerdote es conocido por sus continuas críticas a los obispos y a la doctrina católica en temas como el celibato y el matrimonio.

En marzo de 2017, fue postulado por la Universidad Autónoma del Estado de México al Premio Nóbel de la Paz, que fue concedido finalmente a la campaña antinuclear ICAN.

En una entrevista que concedió al diario La Jornada en 2016, el presbítero hizo un "llamado a los católicos y a la misma jerarquía para que asuman el espíritu de Jesús; que ya dejen la Inquisición, que es de otra época. Ya no debe operar en este tiempo. No debemos promover actitudes de crímenes de odio; tenemos que respetar, esa es la palabra clave: respeto a la diversidad sexual".

Tras señalar que a los obispos los siguen formando con "algunos rasgos como de la Edad Media", el sacerdote habló de la posibilidad de casar a una pareja de homosexuales.

"Te soy sincero: los acepto como son; si me invitan a una reunión o a comer, voy, pero si me pides que los case, todavía no estoy preparado para eso, porque finalmente una parte de mí pertenece todavía a esa época que está cambiando. Más adelantito, a lo mejor sí; uno puede ir cambiando y se va abriendo".

El sacerdote mexicano suscitó polémica cuando en el año 2012 concedió una entrevista a la revista pornográfica Playboy, edición México.

Allí dijo que no se considera parte de la teología de la liberación, sino que es "descendiente de ellos. La teología de la liberación tuvo su momento y evolucionó".

Entre otras cosas, el P. Solalinde relató que tuvo relaciones sexuales con una mujer que trabajaba con él cuando tenía 32 años de edad y cuatro de sacerdote. En su opinión, lo ocurrido fue un "milagro" y "algo maravilloso".

"A ver, yo platico con Dios como platico contigo. Trato todos los asuntos, hasta los de índole sexual, con Dios. No me inhibo de nada. Yo le decía: 'ya tengo 4 años de ordenado y nunca he tenido relación con una mujer. No sé lo que es eso. Soy célibe por obligación, porque si no lo era, no me ordenaba, pero… ¿cómo voy a entender a un matrimonio o las mujeres, si no conozco na­da de eso?'. ¡Y sucedió el milagro, sin buscarlo! Entre las jóvenes con las que yo trabajaba, sucedió… eso".

El sacerdote también comentó que luego de haber tenido relaciones sexuales no se confesó.

"Lo descubrí y fue maravilloso, descubrí una dimensión increíble que me hizo sentir más humano, más hombre. Y lejos de sentir culpa, ¡para nada!, ni me confesé. Le di gracias a Dios y andaba como niño con juguete nuevo, porque descubrí a la mujer como es y me descubrí a mí como hombre".

El P. Solalinde dijo además que "no puede ser que uno como sacerdote intente orientar a los jóvenes, que hablan tanto de sexo, estando en la inopia. Tampoco estoy diciendo que todos los seminaristas deberían pasar por ahí, como yo, pero a mí me dio resultado. Ya soy una persona normal".

Sobre el celibato, el sacerdote resaltó que Cristo "nunca dijo que para seguirlo había que ser célibe. Eso empezó a imponerlo la iglesia católica cuando los hijos de los sacerdotes, los papas y los obispos empezaron a exigir derechos de herencia. ¡Les dolió en la administración! Por lo demás, no tarda el tiempo en que la Iglesia vea el celibato como algo opcional".

Las normas que rigen a la Iglesia están contenidas en el Código de Derecho Canónico, que en el canon 277 establece que "los clérigos están obligados a observar una continencia perfecta y perpetua por el Reino de los cielos y, por tanto, quedan sujetos a guardar el celibato, que es un don peculiar de Dios mediante el cual los ministros sagrados pueden unirse más fácilmente a Cristo con un corazón entero y dedicarse con mayor libertad al servicio de Dios y de los hombres".

El numeral 2 del mismo canon señala que "los clérigos han de tener la debida prudencia en relación con aquellas personas cuyo trato puede poner en peligro su obligación de guardar la continencia o ser causa de escándalo para los fieles".

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