Ariel Sigler Amaya es un prisionero de conciencia que se encuentra internado desde hace más de cinco meses en el Hospital de Rehabilitación Julito Díaz en La Habana, y para quien sus familiares piden urgente ayuda. Con este dramático pedido la familia quiere evitar que fallezca en medio de la represión del régimen de Cuba.
Miguel Sigler Amaya, hermano de Ariel, agradece desde Cuba el apoyo internacional a los prisioneros de conciencia y explica el dramático caso: Los médicos dijeron a los familiares que Ariel "está empeorando por día, expulsando gran cantidad de sangre por el recto debido a la avanzada hemorroides sangrante; está botando por su boca tacos putrefactos de color verde y amarillo con mucha fetidez; tiene dolores intensos en garganta, tubo digestivo, esófago y estomago; padece de intensa ardentía y fuertes dolores en la pelvis y vejiga cuando orina; sufre de mareos, fuertes dolores de cabeza; está muy pálido, de color amarillo, débil; sus piernas están renegridas y disecadas; permanece postrado en una cama, con un dispositivo alrededor del cuello llamado ‘minerva’".