El Observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, Mons. Silvano M. Tomasi, destacó que ante la complejidad del fenómeno de la violencia actualmente no podemos ser ingenuos y debemos responder a los desafíos que ésta presenta.
Durante la realización el pasado 30 de enero de un servicio interreligioso por la paz, Mons. Tomasi recordó que Dios nos ha hecho a todos con la misma dignidad y los mismos derechos y deberes inalienables; y que nos toca "responder al natural deseo de la familia humana por la paz".
Para el Arzobispo, "el trabajo por la paz implica ahora acortar la brecha entre los ricos y los pobres, ponerle fin a las guerras civiles, al terrorismo, y a todos los conflictos armados, deteniendo la carrera armamentista y la proliferación de una variedad de armas, rechazando la glorificación de la violencia por parte de los medios".