En un telegrama enviado a través del Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin, el Papa Francisco muestra su "gran tristeza" por la pérdida de vidas en el terremoto que asoló Papúa Nueva Guinea el martes 6 de marzo.
"Encomiendo las almas de los difuntos a la misericordia de Dios Todopoderoso" y envía "sus más sentidas condolencias a sus familias, asegurando a todos los afectados por este desastre de su cercanía en la oración", dice el texto.
"Sobre todos aquellos que lloran en este difícil tiempo, y sobre el personal de emergencias involucrado en los importantes esfuerzos de ayuda", el Papa "invoca las bendiciones divinas de fuerza y consuelo".