Representantes de diversas organizaciones de defensa de la vida presentes en la reunión de Beijing+15, recordaron que la ONU fue creada para defender los derechos humanos, y por tanto debería denunciar la industria del aborto y no promover su legalización en los países pobres.
Carmen Cruzsanto, de la Institución de Formación Investigación y Estudios de la Mujer y Familia de Chile; Mari Carmen Mateo Villanueva, del Instituto de Política Familiar de España (IPF); Sophie Kuby, de European Dignity Watch; Sharon Slater, de Family Watch; y Sonnie Ekwowusi, de Project por Human Development de Nigeria, coincidieron en que la función de la ONU es proteger los derechos humanos, como los de las mujeres y los no nacidos, y no promover políticas antividas en las legislaciones de las naciones de menos recursos.
En ese sentido, se recordó que cada país es soberano y ello debe ser respetado por los organismos internacionales como la ONU. "La ONU nació para defender los derechos humanos y no la muerte", se afirmó; al tiempo de defender la libertad de México, donde mientras el DF aprobó el aborto, 18 entidades han decidido proteger la vida desde la concepción.