3 de mayo de 2010 / 10:26 AM
Tras la veneración de la Sábana Santa, el Papa Benedicto XVI se encontró con los enfermos en la Iglesia de la Pequeña Casa de la Divina Providencia, fundada por San Giuseppe Benedetto Cottolengo. A ellos el Santo Padre les dijo que "ofreciendo nuestro dolor a Dios por medio de Cristo, podemos colaborar en la victoria del bien sobre el mal, porque Dios hace fecunda nuestra oferta, nuestro acto de amor".
Al iniciar su discurso, el Papa señaló que "este encuentro, se enmarca muy bien en mi peregrinación a la Sábana Santa, en la que podemos leer todo el drama del sufrimiento, pero también, a la luz de la Resurrección de Cristo, el pleno significado que asume para la redención del mundo".
Hablando de San Giuseppe Cottolengo, Benedicto XVI afirmó que "aun experimentando en su vida momentos dramáticos, mantuvo siempre una confianza serena ante los acontecimientos; atento a percibir los signos de la paternidad de Dios, reconoció en todas las situaciones su presencia y su misericordia y en los pobres, la imagen más amable de su grandeza".