18 de abril de 2015 / 12:43 PM
Marsha y Carl Mueller son los padres de Kayla, una joven activista americana de 26 años que trabajaba entre Siria y Turquía cuando fue secuestrada por fuerzas del Estado Islámico en agosto de 2013. Hace tan sólo dos meses, el 10 de febrero de 2015, sus padres recibieron un mail con tres fotos de su cadáver, vestido con un yijab negro, que confirmaba la muerte de su hija.
A pesar del dolor que los Mueller tienen en el corazón han decidido participar en el congreso 'Todos somos nazarenos' en Madrid para contar su experiencia de fortaleza y dolor durante el secuestro de su hija y cómo su fe les ha ayudado a no derrumbarse a pesar de las tremendas dificultades.
Su madre, Marsha, aún se emociona cuando la recuerda. Se le saltan las lágrimas porque vuelve a revivir el año y medio de angustia y desconcierto al no saber dónde estaba su hija, ni en qué condiciones la tenían retenida.