Ante el desastre de Caná, donde la muerte de muchos niños parece haber despertado la conciencia de la tragedia en curso, las obras salesianas en el Líbano, continúan siendo centros de esperanza y solidaridad para los refugiados.
“Actualmente son casi un millón los prófugos y desalojados en el Líbano que intentan huir de los bombardeos”, declaró el Presidente del Voluntariado Internacional para el Desarrollo, Antonio Raimondi.
El Voluntariado junto con el Don Bosco Network (DBN) continúan sosteniendo los centros de El Houssoun y Al Fidar y "lo haremos también enviando en cuanto sea posible a nuestro personal experto en ayuda de las comunidades salesianas”, dijo Raimondi.