Los obispos católicos de rito caldeo y sirio en Turquía, Mons. François Yakan y Mons. Yusuf Sag respectivamente, señalaron que tienen grandes esperanzas de que la reciente visita de Benedicto XVI ayude a mejorar la situación de los refugiados iraquíes en este país.
Ambos obispos hicieron un llamado a los países de la comunidad europea para que abran sus puertas a los refugiados iraquíes cristianos, pues ninguna puerta se abre para ellos.
Mons. Yakan denunció que “cada día, cinco o seis personas, parientes de alguien de nuestra comunidad en Estambul, son asesinados en Irak. El regreso a su patria es algo totalmente impensable en este momento”