"A la vez, reveló, procuramos plantear el tema vocacional de forma directa y sin complejos. Por remarcar dos aspectos, me parece muy importante que creamos de verdad que Dios sigue llamando a jóvenes al sacerdocio, y también es esencial que transparentemos el gozo de la vida entregada al Señor a través de este camino".
Al igual que Mons. Fernández, el Obispo de Terrassa afirmó creer en los seminarios menores "por mi propia experiencia y la de muchos otros sacerdotes".
"Dios llama a quien quiere y cuando quiere. A menudo se cuestiona que un niño de 12 años o un joven de 18 puedan tener clara su vocación al sacerdocio. Hay niños que de pequeños dicen que quieren ser médico o maestro y acaban siéndolo después de una trayectoria rectilínea. Otros dicen lo que quieren ser de mayores pero luego discurren por un camino diferente. Lo mismo sucede en la vocación religiosa. De los niños que manifiestan esta vocación unos acaban en el sacerdocio y otros no. Se trata de acompañarlos en el proceso de maduración personal y ayudarlos a discernir la voluntad de Dios".
Interrogado sobre si es más difícil escuchar hoy la llamada al sacerdocio, el Prelado apuntó que "en una sociedad cada vez más secularizada y consumista, no sólo es difícil escuchar la llamada al sacerdocio, resulta difícil también vivir con coherencia la fe cristiana". Dios "sin duda llama a muchos por el camino del sacerdocio". Lo que hace falta es "silencio, oración, reflexión, para escuchar su llamada".