20 de octubre de 2005 / 02:12 PM
Tras reconocer que el fenómeno migratorio es “imparable”, los obispos de las diócesis del sur de España advirtieron que se trata de una “cuestión vital” no solo para los países pobres sino también para los “pueblos más ricos” por lo que pidieron la participación de toda la comunidad internacional.
“El fenómeno migratorio es imparable y no admite espera. Es una cuestión vital para todos, también para los pueblos más ricos, en ella deben implicarse la Unión Europea, las Naciones Unidas y aquellos organismos internacionales que se han creado para promover la justicia, la libertad y la paz”, manifestaron los prelados reunidos en Asamblea Ordinaria en la ciudad de Córdoba.
A través de un comunicado, los obispos reiteraron el valor “sagrado e inalienable” de las personas “sea cual sea su condición y país de origen” y recordaron que “el porvenir de un pueblo no consiste en que sus mejores hijos lo abandonen, sino en tratar de alcanzar un pleno desarrollo cultural, económico, social y político”.