Al acercarse el centenario de su muerte, los obispos de la Patagonia presentaron al venerable Ceferino Namuncurá como un ejemplo para los jóvenes del país.
En una carta pastoral, los prelados recuerdan “el camino de santidad que Ceferino recorrió” y sostienen que es “modelo de amor por su pueblo y su tierra; modelo de una fe cultivada y desarrollada también en medio de dificultades y cruces; modelo juvenil para el proyecto de vida que supo abrazar”.
Ceferino Namuncurá nació en Chimpay, Valle Medio del Río Negro, el 26 de agosto de 1886. Hijo de un cacique, fue educado por misioneros salesianos en el Colegio Pío IX de Buenos Aires, y en 1903 prosiguió con sus estudios en Viedma, donde descubrió su vocación sacerdotal. Un año después contrajo tuberculosis y se mudó a Italia, donde falleció a los 18 años de edad, el 11 de mayo de 1905.