La Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) pidió a las autoridades aclarar la situación del sacerdote español Ricardo Lorenzo Cantalapiedra, acusado el pasado 19 de agosto, de tener nexos con el grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El Padre Cantalapiedra vive hace 30 años en Colombia, en donde se desempeña desde 1977 como sacerdote en diversas zonas de conflicto, y es párroco desde hace dos años de Uribe, población del Departamento de Meta, zona conocida por el alto conflicto y con presencia activa de este grupo guerrillero. El sacerdote está siendo investigado por el supuesto delito de rebelión y se encuentra recluido en una casa salesiana en la capital colombiana.
El Secretario de la CEC y Obispo de Florencia, Mons. Fabián Marulanda López, explicó que los sacerdotes que trabajan en zonas de conflicto no “adelantan conversaciones, ni siquiera acercamientos” con los grupos armados, y pidió “comprensión” para el presbítero quien conoce muy bien la zona y la población, incluso a “los guerrilleros de las FARC”.