Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Chihuahua exhortaron "a los que están implicados en la violencia" a dejarse reconciliar por Dios y cambiar de vida, para evitar que México y el estado de Chihuahua se sigan "manchando de sangre".
"Les invitamos a que consideren que la vida no se le puede quitar a nadie. Les gritamos, con corazón de pastores: ‘Arrepiéntanse y cambien de vida’. Dios está dispuesto a perdonarles, pero este perdón conlleva tener la disponibilidad a dar marcha atrás, a reparar los daños y a retirarse de esta actividad de muerte", expresaron los obispos.
Según la prensa local, en lo que va de 2009, en el estado de Chihuahua se han registrado 381 homicidios. "Las cifras hablan por sí mismas", señalaron los obispos en un reciente comunicado.