Obispos mexicanos proponen comunión como camino de esperanza y solidaridad

La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) terminó su Asamblea Plenaria con un mensaje en el que llaman a sus compatriotas a buscar la comunión para unirse en las diferencias, lograr la esperanza y vivir la solidaridad.

Los obispos reconocen en el texto que “todo hombre tiene derecho a la esperanza” a pesar que “en la vida familiar, social y política de nuestro pueblo existen muchas situaciones de desgaste y desaliento que matan la esperanza”.

“Queremos ser testigos de ella, ir al fondo de la vida y de la ilusión de las personas”, indicaron y señalaron que no se trata de “la voz de una Iglesia triunfalista sino la voz de una Iglesia que compartiendo los sufrimientos de la humanidad, pone su confianza en Aquél que ha vencido a la muerte”.

Los prelados sostuvieron que la comunión es la primera tarea “para hacer que esta esperanza se traduzca en servicio”.

“Cumpliéndola, daremos vida a los diversos organismos eclesiales, como son la misma Conferencia Episcopal, sus Comisiones y demás instancias, y que esta comunión llegue hasta las Diócesis y sus propias estructuras: Decanatos, Parroquias, comunidades menores. Así podremos apoyarnos mutuamente”, explicaron.

En este sentido, señalaron que en la asamblea han visto “la conveniencia de revisar nuestros organismos, de modo que nuestras actitudes y acciones en servicio de los fieles sean más eficaces en la medida del Evangelio”.

“La comunión, que es don, vocación y respuesta, nos permite no sólo superar nuestras diferencias, sino enriquecernos con ellas. Así caminamos por el sendero de la unidad en la diversidad”, agregaron.

Los obispos precisaron que “México es un país con grandes talentos y valores, por tanto es capaz de enfrentar el desafío de orientar su futuro por caminos de solidaridad, de justicia y de paz” y por eso, “desde la Eucaristía, tomando el lugar de quien parte el Pan para la Vida del mundo, hacemos un llamado a todos los fieles y hombres y mujeres de nuestra nación: a la solidaridad con los más necesitados”.

Los obispos pidieron “una atención más cuidadosa en el desarrollo integral de los niños y los jóvenes, de modo que alcancen una educación que los capacite para participar en la transformación de nuestra sociedad hacia la vivencia de los valores humanos” y “construir un México que camine por el progreso y la justicia, superando miradas parciales y limitadas”.