En un comunicado dedicado a las víctimas de los maremotos en Asia, la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) hizo un llamado a la solidaridad con los afectados y afirmó que “la enseñanza que nos deja esta lamentable catástrofe podría ser el principio de una nueva época para toda la humanidad”.
El texto, firmado por el Obispo de Texcoco y Secretario General de la CEM, Mons. Carlos Aguiar, sostiene la urgencia de “entender esta catástrofe natural para mostrarnos que, como humanos, podemos poner al servicio de quien sufre, del más débil y necesitado, todas nuestras capacidades y todo nuestro saber, nuestros límites, nuestra pobreza y nuestra mortalidad”.
“Los acontecimientos en Asia no sólo afectaron a los habitantes y mujeres de esa zona, sino a la humanidad entera, por ello, hoy tenemos en nuestras manos la posibilidad de pensar de un modo más social y humanitario. Si aprendemos de los signos de los tiempos que estamos viviendo, la enseñanza que nos deja esta lamentable catástrofe, podría ser el principio de una nueva época para toda la humanidad”, indica el texto.