Varios obispos irlandeses lamentaron públicamente el informe de la Comisión de Abuso Infantil de Irlanda, según el cual en 70 años más de dos mil niños habrían sido víctimas de diversos maltratos en instituciones vinculadas a la Iglesia Católica.
El Cardenal Sean Brady, Arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda, se declaró "extremadamente dolido y avergonzado por el hecho de que los niños hayan padecido sufrimientos horribles en estas instituciones. Los niños merecen un trato mejor, sobre todo de parte de quien los cuida en nombre de Jesucristo".
"Espero que la publicación del dossier pueda contribuir a curar las heridas de las víctimas y a individualizar los errores del pasado. La Iglesia Católica permanece determinada a hacer todo lo que sea necesario para hacer de la Iglesia un lugar en donde se da la vida, segura y alegre para todos los niños", aseguró.