La presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) se pronunció ante la excarcelación de dos conocidos terroristas y exlíderes del grupo Sendero Luminoso (SL) que ahora cumplen arresto domiciliario; una decisión del Poder Judicial que ha generado polémica en el país.
Considerado el número 2 de SL, Osmán Morote estaba preso desde 1988 y en 2013 había cumplido su condena de 25 años por terrorismo.
Sin embargo, Morote enfrenta tres nuevos procesos: la matanza de 117 personas en Soras, Ayacucho; el atentado terrorista en la calle Tarata, Lima, en 1992 en el que murieron 25 personas; y el financiamiento con dinero del narcotráfico para el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), considerado la pantalla legal de SL.