Los Obispos señalaron que "las connotaciones de lo sucedido manifiestan intolerancia y un triste desprecio al derecho humano fundamental de libertad de religión".
Tanto la libertad de pensamiento y expresión como la libertad religiosa, destacaron, conllevan el deber del Estado de "hacerlos realmente efectivos en todos los ámbitos sociales y culturales".
Los Obispos aseguraron sus oraciones a Dios "por la conversión de quienes han cometido estos hechos sacrílegos", al tiempo que expresaron "nuestra confianza en que las autoridades civiles harán lo posible para dar con los culpables y sancionarlos conforme a derecho, a fin de asegurar a todos una convivencia pacífica".
Al concluir su comunicado, el Consejo de Presidencia de la CEM encomendó al Arzobispo de Hermosillo "a la intercesión de Santa María de Guadalupe", y pidieron al Señor "que bendiga abundantemente a la querida Arquidiócesis de Hermosillo".