Obispos de Europa piden solución constructiva a crisis en Siria

La Presidencia del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), pidió una solución "leal y constructiva, respetuosa de los intereses de cada uno", para terminar con la violencia en Siria, que sigue dejando cientos de muertos y miles de desplazados.

"Es necesario encontrar de nuevo el espacio para un diálogo de paz; nunca es demasiado tarde para comprenderse, para negociar y construir un futuro común", expresaron los obispos en una declaración.

El documento de la CCEE señaló que la guerra que vive este país del Medio Oriente preocupa desde hace meses a la Iglesia y la comunidad internacional. "Esperamos que las autoridades del país, la población y todos los creyentes, cualquiera que sea su religión, miren a Dios y encuentren el camino que haga cesar todas las hostilidades, deponer las armas y emprender la senda del diálogo, de la reconciliación y de la paz", indicó.

"Este conflicto, inevitablemente, no puede por menos que acarrear lutos, destrucción y graves consecuencias para el noble pueblo sirio. La guerra es un callejón sin salida. La felicidad sólo se puede alcanzar juntos; jamás en el predominio de unos sobre otros", añadió.

En ese sentido, los obispos dijeron que los próximos días pueden ser decisivos y por ello pidieron a los cristianos de Europa "multiplicar sus oraciones por la paz en esa región".

"Tenemos la certeza de que, con la ayuda de Dios, el sentido común puede prevalecer y llevar a una convivencia pacífica en la verdad, en la justicia, en el amor, en la libertad y en el respeto de todas las minorías, en particular de los cristianos del país", finalizó el texto firmado por el Presidente de la CCEE, Cardenal Peter Erdo; y los vicepresidentes, Cardenal Angelo Bagnasco y Mons. Jozef Michalik.

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó extender por 30 días la misión de observadores de Naciones Unidas en Siria (Misnus). Asimismo, este viernes el círculo del presidente Bashar al Assad sufrió un nuevo golpe con la muerte del jefe de inteligencia, Hisham Bekhtyar, mientras miles de personas huyen a las fronteras del país.