La muerte de un migrante salvadoreño y su hija de apenas 21 meses al intentar cruzar el Río Bravo "clama al cielo", expresaron los Obispos de Estados Unidos.
Óscar y su hija Valeria fallecieron este domingo 23 de junio al intentar cruzar desde la zona de Matamoros (México), a Brownsville (Estados Unidos). Ambos fueron arrastrados por la corriente del Río Bravo y sus cuerpos fueron encontrados en la orilla, pocos kilómetros más allá.
Ambos habían salido de El Salvador en abril junto a la madre de la niña, Tania, con la esperanza de un futuro mejor en Estados Unidos.