21 de noviembre de 2014 / 11:30 AM
El Secretario General y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, el sacerdote José María Gil Tamayo ha expresado "el dolor que produce en la comunidad católica" los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes, como los presuntamente cometidos en Granada (España).
"Nos produce vergüenza si esta denuncia se confirma" y ha recordado que "hay que tener un respeto exquisito por las posibles víctimas y las personas implicadas para que sus derechos, desde la legalidad, no sean conculcados", por eso el P. Gil Tamayo ha manifestado tener "confianza absoluta en la justicia" porque en este caso "no se admiten medianías. Las responsabilidades no son negociables en un delito".
"Quiero reiterar el dolor y el pesar, así como repulsa ante delitos como los denunciados. Es una ofensa a la dignidad de las víctimas y una ofensa a Dios, además de un daño a la Iglesia y a la comunidad diocesana y por supuesto a toda la sociedad", ha remarcado el portavoz de la CEE y ha asegurado que "aunque sólo fuera un caso ya sería grave y doloroso y se atajaría con la misma contundencia".