La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, reunida en Asamblea Plenaria en Washington, aprobó por 237 votos contra cuatro una declaración en la que pide la eliminación de la pena de muerte en el país.
La declaración explica que la decisión se basa en la encíclica de Juan Pablo II Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida), en la que el fallecido Papa afirmó que el castigo “no debe llegar al extremo de ejecutar al agresor excepto en los casos de absoluta necesidad, cuando no sea posible defender a la sociedad de otra forma. Sin embargo, hoy en día estos casos son muy raros, sino prácticamente inexistentes”.
“Moralmente hablando, –prosiguen los prelados– la pena de muerte es intrínsecamente distinta al aborto y a la eutanasia”, atentados contra la vida que, como enseña la Iglesia, “son malos en toda circunstancia”.