Al conocer la propuesta presentada por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, para el presupuesto 2014, los Obispos de ese país enviaron una carta al Congreso y pidieron que se dé prioridad a los más necesitados, porque existe un "alto índice de pobreza y desempleo que plagan permanentemente nuestra nación".

La carta con fecha 22 de abril, fue presentada por el Obispo de Stockton, California, Mons. Stephen E. Blaire, y el Obispo de Des Moines, Iowa, Mons. Richard E. Pates, en respuesta a la propuesta total de 3,77 trillones de dólares en el presupuesto para el siguiente año que el presidente Obama presentó al Congreso el 10 de abril.

Mons. Blaire y Mons. Pates quienes también presiden el Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano y la Comisión de Justicia y Paz Internacional, respectivamente, dijeron que "los Obispos están dispuestos a trabajar con los líderes de ambas partes por un presupuesto que reduzca los déficits futuros, protejan a las personas pobres y vulnerables, proyecte avances de bien común, y promueva la vida y la dignidad humana".

 "La guerra y la pobreza aplastan las familias dividiéndolas en todo el mundo – por tanto – un marco justo para los futuros presupuestos no pueden basarse en recortes desproporcionados a los programas que ayudan a que las personas vivan dignamente su dignidad humana", expresaron los Prelados.

En la carta explicaron que "las necesidades de los que tienen hambre y no tienen hogar, están sin trabajo o en una situación de pobreza deben ser lo primero", y pidieron que se ejecute un "círculo de protección" en torno a los pobres y los más vulnerables.

Los Obispos indicaron además que un presupuesto sólo requiere aumentar los ingresos adecuados, terminando gastos militares innecesarios así como otros tantos.

 "La medida moral de este debate, no se trata en qué partido gana o si prevalece algún interés de poder, es más bien un debate moral con los que están desempleados, hambrientos, sin hogar, y cómo se trata a los pobres –y subrayaron que– sus voces (de los pobres) a menudo están ausente, pero tienen el derecho moral más apremiante en nuestra conciencia y nuestros recursos comunes".