Los Obispos de Estados Unidos presentaron un documento ante la Corte Suprema, donde advierten que redefinir el matrimonio crearía un conflicto que amenaza los derechos constitucionales como la libertad de religión, de conciencia, de expresión y asociación.

En el documento presentado el 29 de enero, la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés) señala que "el matrimonio, entendido como la unión entre un hombre y una mujer, no es una reliquia histórica, sino una institución básica en la sociedad civil de hoy".

Los Prelados enviaron el documento en apoyo del Acta Federal (nacional) en Defensa del Matrimonio (DOMA por sus siglas en inglés) y la Proposición 8 del estado de California, que reconocen el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

En agosto del año 2010 el juez homosexual Vaughn Walker revocó esta última medida, decidida democráticamente en 2008, decisión que fue posteriormente confirmada en la Corte del Noveno Circuito de Apelaciones de California en febrero de 2012.

El documento de los Obispos observó que es razonable creer que un hogar con una madre y un padre es "el ambiente óptimo para la crianza de los hijos" y advierten que el Noveno Circuito define al matrimonio simplemente como cualquier "relación comprometida de por vida".

Los Prelados califican esta definición como "incoherente, salvajemente sobre-inclusivo y que conduce a consecuencias absurdas" porque no excluiría las relaciones paterno-filiales, o las uniones entre dos amigos de toda la vida o relaciones de más de dos personas.

Por otro lado también hacen referencia a los casos donde algunas empresas se vieron obligadas a organizar "bodas gays" y recuerdan algunos casos en los que funcionarios públicos como trabajadores municipales tuvieron que abandonar sus puestos de trabajo por no permitir las uniones de personas del mismo sexo.