"Oramos para que la situación no empeore y no se convierta en un conflicto abierto", dicen los obispos de Corea del Sur en un llamado a la paz. "Oramos para que el Señor dé a todos los dirigentes y a todos nosotros la fuerza y la luz para superar esta crisis. Actualmente vivimos en un momento de gran confusión y también de miedo".
"Hacemos un llamado a los gobiernos del Sur y del Norte para que se reúnan y busquen las vías del diálogo", dijo a la agencia vaticana Fides Mons. Peter Kang U-il, Obispo de Cheju y presidente de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, a raíz del ataque de las fuerzas de Pyongyang a la isla surcoreana de Yeonpyeong.
Según las últimas comunicaciones, junto a los dos soldados de Corea del Sur, murieron en el ataque norcoreano también dos civiles.