Los obispos colombianos se reunieron del 11 al 13 de agosto en una Asamblea Extraordinaria para evaluar el modo en que la Iglesia acompañará al país, ante las tensiones entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos.
A esto se suman los violentos hechos que los guerrilleros se adjudicaron luego de que Juan Manuel Santos fuera nuevamente elegido como presidente y tomara posesión del cargo.
Los Obispos, preocupados por esta situación que vive el país, se congregaron en la Casa de la Paz, en Bogotá, para "diseñar estrategias para una pastoral de reconciliación y paz".