28 de marzo de 2007 / 08:32 PM
El Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena (CECH), Mons. Alejandro Goic; y el Secretario General, Mons. Cristián Contreras Villarroel, expresaron su confianza en que el Gobierno solucione la crisis de transporte público que se inició desde que entró a operar el Transantiago, a la vez que pidieron a los santiaguinos no usar la violencia para expresar su disconformidad con el nuevo sistema.
El 9 de febrero entró en vigencia el Transantiago, un nuevo programa vial impulsado por el Gobierno de Michelle Bachelet para modernizar el transporte público de la capital. Sin embargo, el sistema no funcionó, perjudicando mayormente a los barrios periféricos. Esto generó protestas callejeras y obligó a la mandataria a pedir disculpas y a cambiar a cuatro ministros.
"El legítimo derecho a discrepar y a expresarlo públicamente nos exige también respetar a las personas y a los bienes individuales y sociales. La máxima autoridad del país ha reconocido con sencillez los errores cometidos en el sistema de transporte público en la capital, y ha tomado medidas que buscan resolver el problema", expresaron los obispos a través de un comunicado.