Los obispos nacionales publicaron una declaración en la que reiteran el rechazo al divorcio y advierten varios problemas que la nueva ley de matrimonio civil implica para los católicos que desean que su matrimonio religioso sea validado por la ley chilena.
El texto, firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena y Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Errázuriz, lleva por título “El Desafío de Vivir nuestra Fe”.
Según el documento, que la ley reconozca “el efecto civil del matrimonio religioso” valora este sacramento “como la única celebración en la cual los novios se casan. Y valora también el acto ante el Oficial del Registro Civil -que antes era considerado por los católicos como un mero trámite– puesto que la ratificación del consentimiento ya prestado y la inscripción del matrimonio religioso ya celebrado, conferirán a éste sus efectos civiles”.