Los obispos de la Patagonia chilena y argentina enviaron una carta al Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, solicitándole promover un Plan Mundial del Agua para proteger este recurso vital para la vida del planeta.
En la misiva los prelados recordaron que el agua es un don de Dios y por tanto un derecho humano y "patrimonio común de la humanidad". Su uso, indicaron, "es motivo de responsabilidad humana, ética, moral y política de los líderes mundiales para la actual y para las futuras generaciones".
Sin embargo, indicaron que su escasez genera una grave crisis al limitar la producción de alimentos, aumentar las enfermedades, las guerras entre países y la pobreza de las poblaciones.