Los obispos reunidos en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Chilena (CECH) alentaron a los católicos a inscribir su matrimonio religioso en el Registro Civil, aprovechando el beneficio concedido por una nueva ley.
La Ley de Matrimonio Civil –que también introdujo el divorcio en Chile- permite que los católicos que contraigan matrimonio en la Iglesia no tengan que repetir el trámite ante las autoridades civiles, sino que pueden inscribir su unión religiosa en los ocho días posteriores a la ceremonia.
En el documento que publicaron hoy, los prelados acordaron "recomendar vivamente a los católicos contraer matrimonio por la Iglesia y concurrir posteriormente a la oficina del Registro Civil que les corresponda a inscribir su matrimonio, dentro de los ocho días siguientes, para que les sean reconocidos sus efectos civiles".