8 de agosto de 2006 / 04:22 AM
El Obispo de Vitoria, Mons. Miguel Asurmendi, presidió la Misa en honor a la Virgen Blanca, patrona de Vitoria, a la que confió "la paz y la reconciliación en nuestra sociedad vasca y española".
En su homilía, el Prelado señaló que si bien la esperanza de la paz "se va haciendo débil", "la mayoría mantiene la esperanza en un final dialogado de la violencia terrorista, pero nuestra esperanza se va haciendo débil por las dificultades que están surgiendo día a día".
El Prelado afirmó que "muchos se hacen una pregunta angustiosa: ¿A qué precio vamos a tener la paz? Detrás de la pregunta, existe el convencimiento de que a cualquier precio, la paz no es un bien deseable".