Obispo uruguayo pide aprender en casa a ser misioneros

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El Obispo de Maldonado, Mons. Rodolfo Wirz, llamó a los feligreses a aprender a ser misioneros desde la casa, y para ello dio diez consejos sencillos que van desde orar a la hora de las comidas o tener una Biblia y una imagen religiosa a la mano.

En su 42º Carta Pastoral, el Prelado invitó a los católicos a "empezar cada día de nuevo" aprendiendo en casa "a ser discípulos y misioneros, para que así la Iglesia toda, en nuestra patria y en el continente, brinde el mejor servicio que es su fidelidad al Evangelio".

En el texto reafirmó que la vida es un derecho no negociable, y explicó que el llamado a la misión nace como "fruto de la oración". La oración, afirmó, "es inseparable de nuestra única vocación cristiana que siempre será a la vez discipulado y misión".

Consciente de la complejidad de la vida actual, Mons. Wirz puso a disposición de los feligreses diez consejos para aprender a ser misioneros desde casa. "No son ‘recetas’ que pretendan asegurar nuestra perseverancia, pero sí consejos de importancia variada y que nacen de mi experiencia de sacerdote antes y obispo ahora", señaló.

Entre estos, mencionó que lo elemental es "tener en casa algún objeto religioso a la vista: crucifijo, imagen de Cristo o de la Virgen", dado que "en nuestra sociedad tan secularizada necesitamos recordar en casa la dimensión religiosa". Dijo que junto a ellas se puede colocar el ramo bendito de Domingo de Ramos, "para recordarnos cada día que no queremos ser cristianos de ocasión".

También destacó la necesidad de tener a la vista alguna Biblia para que la Palabra de Dios no sólo está a la mano, sino para irnos "acostumbrando a usarla y no ‘tenerle miedo’", empezando tal vez con alguna lectura diaria.

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"La finalidad de esta praxis es tener a mano una Palabra autorizada que amplíe nuestros criterios, frente al bombardeo constante de datos, informaciones y opiniones sobre todos los temas y para todos los gustos", explicó.

Mons. Wirz también recomendó hacer una breve oración a la hora de las comidas; pero, indicó, si en casa se vive una situación "pluralista", se puede hacer esta oración "aunque sea en lo personal".

Otra iniciativa es acompañar a la gente mayor y enferma con alguna oración, pues "es una bella obra de caridad interesarnos por su salud espiritual". Relató que la experiencia "me confirma que enfermos y gente grande agradece muchísimo y no se ‘asusta’ ante la visita del ministro de la Iglesia, más bien pueden ser los familiares quienes se sientan inseguros por una fe titubeante".

El Obispo también destacó la importancia de prepararse para la Eucaristía del fin de semana, así como la necesidad de visitar en los días laborales el Santísimo Sacramento.

"Estamos en una situación privilegiada -señaló-, ya que muchos tienen un lugar donde la comunidad se reúne para celebrar la Eucaristía o en su defecto la Palabra con la Santa Comunión. Si bien vivimos en una sociedad radicalmente secularizada, podemos reunirnos en el nombre del Señor, a diferencia de aquellos que también en nuestro siglo XXI, por reunirse como Iglesia en la oración o celebración, son perseguidos, juzgados y enviados a la cárcel".

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