Fernando Lugo, obispo dimisionario de la diócesis del norteño departamento de San Pedro, en Paraguay, anunció después de la Navidad su decisión de abandonar el estado clerical para ingresar a la política partidaria.
En una conferencia de prensa en la casa de su padre en ciudad Encarnación, a 400 kilómetros al sur de la capital Asunción, Lugo señaló que está dispuesto a competir como candidato a la presidencia en las próximas elecciones de 2008.
Lugo, de 52 años de edad, miembro de la Congregación del Verbo Divino durante 30 años, fue invitado a presentar su renuncia en el 2004 como Obispo del departamento de San Pedro, la zona más pobre del Paraguay, por el Papa Juan Pablo II. Nunca se dieron a conocer los motivos de la decisión; aunque como Obispo asumió muchas veces posiciones controvertidas a favor de organizaciones militantes de izquierda.