En una conferencia de prensa, el Presidente del Comité de Política Internacional del Episcopado Estadounidense, Mons. John Ricard, aseguró que la participación directa de su gobierno es necesaria para resolver la crisis en Darfur, Sudán, qué el considera como “la peor situación humanitaria del mundo”.
Mons. Ricard, que además es Obispo de Pensacola-Tallahassee, Florida, regresó hace unos días de Darfur donde visitó varios campos de refugiados en límite entre Sudán y Chad, donde unos 2.5 millones de personas viven en condiciones infrahumanas debido a los ataques de las milicias gubernamentales árabes conocidas como “Janjaweed”.
Según el Obispo, los refugiados viven en constante ansiedad y temor de ser atacados, no hay comida y las mujeres suelen ser violadas cuando salen del campamento en busca de alimentos o madera, los desplazados han intentado regresar a sus aldeas pero son agredidos y asesinados.