"El nombre de Jesús ha sido la última palabra surgida de los labios de los mártires. Al igual que en la Pasión de los primeros mártires, se han confiado en las manos de Aquél que poco después los iba a recibir. Y así han celebrado su victoria, la victoria que ningún asesino les podrá arrebatar. Ese nombre susurrado en el último momento es como el sello de su martirio", afirmó Mons. Azis.
Los cristianos coptos egipcios habían sido secuestrados entre diciembre y enero en Libia, y en el video de cinco minutos de duración titulado "Un mensaje firmado con sangre a la nación de la cruz", aparecen vestidos de color naranja y rezan antes de morir.
Además, uno de los asesinos afirma en inglés: "pueblo, recientemente nos vieron en la colinas de Sham y la tierra de Dabiq, cortando cabezas que han cargado con la cruz durante mucho tiempo, llenos de pesar contra el islam y los musulmanes. Hoy estamos al sur de Roma, en la tierra del islam, en Libia, enviando otro mensaje".