El Obispo de Cuernavaca (México), Mons. Ramón Castro Castro, señaló la terrible situación de violencia que se vive en el pueblo de Morelos que pone en riesgo la paz y la estabilidad de las familias, por tanto destacó la importancia de rescatar con valentía y confianza en Dios los valores familiares, así como participar de la Marcha por la paz y la familia de este domingo 2 de marzo.

Mons. Castro dijo que la atención a la familia es una de las prioridades pastorales y de evangelización de la Diócesi que él dirige "porque atendiendo a las familias también atendemos a los jóvenes y el futuro de las vocaciones".

Exhortó a los fieles a "poner todo lo que esté de nuestra parte, esforzándonos por ayudar y  animar y, sobre todo, sanar las heridas que pueda haber en el corazón de nuestros hermanos", por causa de la violencia.

"En los siete meses que tengo de ser Obispo de Cuernavaca he visitado toda la Diócesis y me doy cuenta de la urgencia que tenemos de manifestar como pueblo morelense nuestro deseo de un Morelos más pacífico, más tranquilo y de evitar que se siga perdiendo la vivencia profunda de la familia, su valor esencial, porque se están proponiendo nuevos modelos que nos van a dañar", expresó el Prelado en una entrevista para el periódico Desde la fe y publicado por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México.

Sobre la octava Marcha por la paz y la familia que convoca la Asociación Civil Coalición por la Familia y la Vida de Morelos y en la que participan todos los sectores de la sociedad civil, Mons. Castro dijo que esta expresión pacífica "es un medio para desahogar nuestros temores, nuestras frustraciones, de ver cómo se va deteriorando muchos ámbitos de nuestra sociedad, porque nos quejamos pero no hacemos nada o casi nada a favor de un cambio y, yo creo que  uniendo fuerzas, poniendo atención y enfocándonos todos  en común podremos alcanzar lo que deseamos".

El Obispo también resaltó el trabajo pastoral que se realiza en la Diócesis para atender la situación compleja por la violencia.

"Estamos organizando una pastoral de atención a las víctimas y familiares, porque tenemos muchas personas, sobre todo en ciertas aéreas de la Diócesis, que necesitan atención pastoral, psicológica y espiritual para salir adelante", explicó que para esto se trabajó con un experto colombiano.

"La violencia sigue estando muy presente en Morelos, de manera muy particular los secuestros, por desgracia somos primero o segundo lugar en proporción a la población, y eso es preocupante, tenemos que hacer ver que Cuernavaca puede cambiar, que puede salir adelante", dijo Mons. Castro quien además sostuvo que la violencia es un obstáculo para la evangelización.

Recordó al Sumo Pontífice Emérito, Benedicto XVI, expresó en una oportunidad que "estamos en una dictadura del relativismo, lo que hace que se vayan perdiendo los valores absolutos y esta crisis antropológica que vivimos va lastimando, va hiriendo, destruyendo el núcleo familiares donde el ser humano aprende a amar, a ser libre, los valores".

Al terminar el Prelado invocó que "nos unamos en la oración para que alcancemos a descubrir lo que Dios quiere de nuestra vida, que no tengamos desánimo de responder, sino que con valentía,  con la confianza en la gracia de Dios nos unamos para responder a lo que Él nos pide a través de su gracia y de nuestro compromisos bautismales".