El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, explica en su carta semanal que "la experiencia de la Cuaresma y de la vida cristiana no es una carrera interminable de obstáculos", sino una "preparación para la Pascua".
El Prelado señala que "la luz de la resurrección del Señor atrae nuestro corazón y nuestra vida, indicándonos cuál es la meta: ser transfigurados nosotros como Jesucristo, resucitar con Él a una nueva vida".
Esta existencia renovada a la que se refiere Mons. Fernández es una "en la que, superado el pecado, vivamos la gracia en plenitud" ante Dios y los hombres.