14 de julio de 2004 / 11:31 AM
Desde hace algún tiempo, el Obispo de Apartadó, Mons. Germán García Isaza, libra una batalla personal contra dos enemigos muy poderosos: El cáncer linfático que padece y el conflicto interno colombiano.
En un reportaje publicado por el diario El Tiempo, Mons. García reconoció que sufre esta penosa enfermedad pero aseguró que ésta no ha mermado su trabajo como facilitador nombrado por la Iglesia Católica, junto a Mons. Julio César Vidal, Obispo de Montería, y al Padre Leonidas Moreno, para acercar al Gobierno y a los paramilitares.
“Es un convencido de que el diálogo permitirá lograr la paz para el país y para muchas almas que hoy sufren porque tienen una enfermedad como la suya”, indica El Tiempo.