Obispo chileno pide no dañar más al matrimonio con unión homosexual

El Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Fernando Chomalí, recordó que las leyes deben nacer de la razón, conforme a la verdad del hombre, y por tanto pidió no dañar más a la institución matrimonial promoviendo las uniones del mismo sexo.

El Prelado hizo este llamado a través de un editorial luego que el senador del Partido Socialista, Fulvio Rossi, anunciara su intención de que en Chile se legalicen los mal llamados "matrimonios" homosexuales.

Mons. Chomalí indicó que el matrimonio ya está "bastante menguado" con la ley del divorcio y advirtió que no existe ninguna razón que autorice a pulverizar esta institución tan arraigada en la sociedad y que es anterior al Estado. "La ley tiene una dimensión educativa, pero bajo la reforma que se propone aprobar se está diciendo que el matrimonio es una alternativa más entre muchas", señaló.

El obispo recordó que las políticas públicas son para procurar lo mejor para el país y deben ser conformes a la verdad sobre el hombre; por tanto exige del político una reflexión sobre lo que es el ser humano y sus anhelos más profundos.

"Las políticas públicas han de surgir de la razón y no del sentimiento, las emociones o las opiniones contingentes. No pueden quedar supeditadas a los dictados de la moda ni a lo que acontece en otros países", señaló.

En ese sentido, añadió que las políticas públicas "no pueden ser pensadas desde las minorías o desde personas que se vean en situaciones especiales". "Quienes promueven la regularización de las uniones de hecho están diciendo que al final casarse y permanecer casados es indiferente y que al legislador le corresponde sólo ser notario de los deseos personales y darles un marco legal. Ello conlleva una visión del ser humano, de la labor legislativa y del bien común pauperizadas y erradas", advirtió.

Mons. Chomalí señaló que "no es legítimo afectar a la institución del matrimonio para reivindicar derechos patrimoniales" y que de ser así, entonces "¿dónde estarían los límites ante las múltiples situaciones que se dan? ¿Acaso todas y cada una de ellas debe necesariamente tener un estatuto jurídico? ¿Por qué no reconocer que en la actualidad ya existen soluciones jurídicas para las uniones no matrimoniales?".

"La ley no se puede hacer cargo de todos ellos hasta el punto de negar su razón última de ser, que es velar por el bien común. Hoy, más que nunca, lo que se necesita es claridad conceptual y una profunda reflexión sobre hacia dónde queremos conducir a nuestro amado país", añadió.

El obispo pidió a los legisladores pensar en las consecuencias y meditar sobre lo que quieren para sus hijos. "Quienes promueven estas leyes empobrecen el esfuerzo de miles de padres que día a día enseñan a sus hijos, con su testimonio y sacrificada vida, el valor del matrimonio y de la fidelidad", expresó.