El Obispo de Terrassa (España), Mons. Josep Sáiz Meneses, señaló que se encuentra a la espera de una resolución definitiva y positiva a las gestiones que ha realizado en relación a los hospitales de esta diócesis en los que se estarían practicando abortos y consideró que “parece conveniente no abandonar de momento los patronatos de dichos hospitales”.

En un comunicado emitido el 4 de junio, el Obispado de Terrassa hace referencia “al hospital de Granollers, donde se habla de la realización de algunos abortos en situaciones graves de peligro, tanto para el niño que ha de nacer como de la madre, y también en el Hospital de Sant Celoni, en este caso se afirma la práctica de vasectomías y dispensación de la píldora del día después”.

En el comunicado se informa que el Obispo de Terrassa consultó diversos organismos eclesiásticos para “encontrar una posición conjunta, en lugar de actuar de manera unilateral”, entre ellos a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Según el Obispado de Terrassa, el 28 de junio de 2011 la Congregación para la Doctrina de la Fe “transmitió al Sr. Obispo un dictamen que indicaba que si los eclesiásticos han hablado con claridad y han votado con coherencia en las reuniones de los respectivos patronatos, no parece que pueda haber una cooperación al mal moralmente ilícita”.

“Dicho dictamen también indicaba que el posible escándalo o confusión a los ojos de la opinión pública por su presencia en los patronatos se puede evitar si hacen pública su opinión contraria a estas prácticas y su actuación también en contra”, expresa el comunicado.

De acuerdo a la diócesis, “Mons. Saiz Meneses, Obispo diocesano, ha manifestado reiteradamente y de manera pública su repulsa y condena a estas prácticas y a la legislación que lo permite. También lo han hecho los rectores de las parroquias de Sant Esteve de Granollers y de Sant Martí de Sant Celoni”.

Desde los primeros meses de 2011, ACI Prensa recogió una serie de denuncias sobre abortos, esterilizaciones y entrega de píldoras del día siguiente en algunos hospitales en cuyos patronatos participan tres diócesis de Cataluña: la arquidiócesis de Barcelona, y las diócesis sufragáneas (dependientes) de Sant Feliu y Terrassa.

El 10 de marzo de 2011, el P. Ignasi Fuster, párroco de la iglesia Sant Celoni, en Terrassa, renunció “por razones morales” a la vicepresidencia de la junta del Patronato del Hospital Sant Celoni, debido a la distribución de la píldora del día siguiente y la práctica de esterilizaciones masculinas o vasectomías en ese centro.

En junio de ese año, en comunicación con ACI Prensa, el P. Fuster reveló que “el Obispado (de Terrassa) supo en todo momento cada uno de mis pasos, entrevistas y luchas”.

En esa ocasión, el P. Fuster denunció que la situación era más grave en el Hospital Granollers, pues “constaba la práctica de abortos quirúrgicos, además de todas las otras prácticas de carácter anticonceptivo”.

El doctor José María Simón Castellví, miembro del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Pastoral de la Salud), dijo ayer a ACI Prensa que la opción del Obispado de Terrassa de permanecer en los hospitales y dar la batalla por la vida era tan correcta “como irse y hacer otra cosa fuera. Depende de las posibilidades que vea el obispo”.

Simón Castellví, que es también presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC), remarcó que “en la Iglesia tenemos que apostar por defender la maternidad”.

El importante médico pro-vida indicó que en resistencia a los establecimientos médicos abortistas, debemos crear instituciones que defiendan el matrimonio y la familia, y que sean “perfectamente fieles a los postulados de la Iglesia”.

Sin embargo, Simón Castellví expresó que “me preocupa más el Hospital de San Pablo de Barcelona, que es mucho más grande y cuya presencia eclesiástica es de la tercera parte. Además, hay (en ese centro médico) un ideario pactado con la Iglesia, y encima las otras dos administraciones (Generalitat de Cataluñaa y Ayuntamiento de Barcelona), sobre el papel, no son especialmente abortistas”.

“Por qué no remueven al Jefe de Obstetricia y Ginecología o le ponen a alguien ‘pro-vida’ por encima es, para mí, un misterio y motivo de tristeza”, expresó.

El presidente del FIAMC recordó que mientras los jefes de los servicios médicos, en un hospital mediano o grande, no sean respetuosos con la vida humana desde la concepción, y no haya un servicio social de atención a las familias con problemas, “es seguro que los abortos o se hacen allí o se mandan a hacer en algún abortorio cercano, y se administran toda clase de píldoras”.

En el patronato del Hospital San Pablo tiene participación el Arzobispado de Barcelona, cuyo Arzobispo, Cardenal Lluís Martinez Sistach, ha negado en varias oportunidades que se produzcan abortos en este centro médico.

A finales de noviembre de 2011, ACI Prensa conversó con el Cardenal Lluís Martínez Sistach sobre el tema. El Purpurado dijo en esa ocasión que “hay hospitales, lógicamente públicos, y privados también habrá, que lo ponen en práctica (el aborto). Pero (en los hospitales católicos) no hay, al menos en la diócesis de Barcelona”.

Para el P. Custodio Ballester, párroco de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat en Barcelona y uno de los primeros en denunciar los abortos en los hospitales vinculados a la Iglesia en Cataluña, “llama la atención que el Sr. Obispo (de Terrassa) descargue toda la responsabilidad de su decisión de permanecer en los Patronatos de los hospitales, a pesar de los abortos, en un ‘dictamen de la Congregación para la Doctrina de la Fe’ que sólo él conoce”.

El P. Ballester calificó este hecho de “extraño, pues los dictámenes de las Congregaciones suelen ser públicos, no así los pareceres o las respuestas a las consultas particulares de un Obispo. Las palabras de ese dictamen no aparecen entrecomilladas (en el comunicado del Obispado de Terrassa) en ningún momento”.

El sacerdote indicó a ACI Prensa que “resulta sorprendente que, conociendo la situación de esos hospitales desde el año 2007, ahora el Sr. Obispo afirme que todavía está esperando ‘una decisión definitiva y una resolución positiva’ de unas gestiones con unas administraciones públicas favorables al aborto, que son mayoría en los Patronatos y con las que el obispo no quiere romper de ningún modo”.

“En el caso de los abortos en los hospitales católicos, tal vez no se pueda hablar de una cooperación formal o material, de una cooperación próxima por parte de la autoridad eclesiástica, pero sí remota. Al menos se trata de una escandalosa, inadecuada y contradictoria presencia de connivencia con el mal”, dijo.

Para el sacerdote barcelonés, con el argumento expresado por el Obispado de Terrassa, “podríamos participar en la administración de una casa de mala reputación a condición de manifestar públicamente que estamos contra la prostitución”.

Por su parte, el presidente de la plataforma Barcelona es Vida, Mariano Arnal Arnal, dijo a ACI Prensa que lo dicho por el Obispado de Terrassa es insuficiente.

“No es suficiente. Todos los que nos hacíamos preguntas, seguimos haciéndonoslas. Y a los que ya les parecía bien (el aborto en esos hospitales), ahora hasta les parece mejor” indicó.