El Obispo de Quilmes, Mons. Luis T. Stöckler, destacó que el anuncio de la buena noticia de Dios, debe apelar a la vez a las personas para que cambien de actitud y dejen los malos hábitos.
El Prelado advirtió que lamentablemente toda corrección es asociada a una situación de incomodidad y de tensión, y agregó que tanto el uno como el otro están tentados si el que corrige se calla y el que recibe la corrección desoye.
"Esto se da no solamente en el ambiente público, sino también en los hogares, las amistades, el lugar de trabajo y las diversas organizaciones civiles. Así para evitar conflictos se quiere justificar la indiferencia expresada con el conocido: no te metas".