28 de marzo de 2005 / 06:47 AM
En su mensaje por el Día del Niño por Nacer, el Obispo Auxiliar de Mercedes-Luján, Mons. Oscar Sarlinga, denunció los estragos del secularismo en la defensa de la vida.
“La legítima secularización, a la cual hay que atribuirle en parte el progreso de la civilización, siendo en sí un esfuerzo justo y legítimo de marcar la autonomía de las realidades temporales, ha ido derivando en una vertiente riesgosa que lleva al "secularismo", el cual cercena al ser humano y a la sociedad de la realidad profunda de su identidad, que es su dimensión trascendente y religiosa”, advirtió el Obispo.
Según Mons. Sarlinga, “esto ocurre también, y principalmente, respecto de la defensa de la vida. La pérdida de conciencia moral acerca del valor irreductible e inalienable de la persona humana concebida tiene que ver en gran parte por la influencia de este secularismo generador de la primacía del pragmatismo y de la decisión individual por encima de todo derecho del ser indefenso”.