El Arzobispo de Mendoza, Mons. José María Arancibia, aclaró que la visión cristiana del progreso no es pesimista, sino que propone a la familia humana un alto ideal de vida que la alienta a luchar con fortaleza y esperanza por el bien.
El Prelado lamentó que para muchos "los misterios de la muerte y resurrección de Jesús nada tengan que ver con los problemas que la familia y la sociedad afrontan hoy y que preocupan a la comunidad y a sus dirigentes".
Agregó que frente a la problemática del mundo hace falta volver la mirada hacia el sentido de la Pascua cristiana porque la fe en Cristo resucitado está comprometida de lleno con el progreso de la humanidad.