"Nuestro pueblo se enfrenta a la realidad, a la pérdida y destrucción de sus casas. Tienen que empezar una nueva vida a partir de los montones de escombros", asegura el Obispo de Maiduguri (Nigeria), Mons. Oliver Dashe.
69 sacerdotes atienden pastoralmente la diócesis de Maiduguri. El año pasado, revela la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), 20 presbíteros tuvieron que huir junto a más de 80 mil cristianos ante los ataques de los extremistas musulmanes de Boko Haram contra templos, hospitales casas y escuelas.
Sin embargo, asegura Mons. Dashe, los terroristas "pueden destruir nuestras estructuras, pero no nuestra fe. Somos purificados en la persecución. Tenemos que aprender a perdonar como Cristo mismo perdonó".