1 de mayo de 2006 / 04:07 AM
Al celebrar el día del trabajo y la fiesta de San José Obrero, el Obispo de Sigüenza-Guadalajara, Mons. José Sánchez González, recordó que en el centro del trabajo está “la persona que trabaja, más que el mismo factor trabajo” y que no se puede reducir al trabajador a mera mercancía o instrumento de producción.
“El centro de la Doctrina Social de la Iglesia sobre el trabajo lo ocupa la persona que trabaja, más que el mismo factor trabajo, tanto si se trata del trabajo manual o artesanal, como si se refiere al trabajo industrial o de las más modernas tecnologías”, señala el Prelado en una carta pastoral con motivo de la fiesta.
Tras citar la encíclica Laborem Exercens de Juan Pablo II, que asegura que “el primer fundamento del valor del trabajo es el hombre mismo, su sujeto”, Mons. Sánchez señala que “por el trabajo la persona humana se desarrolla, se dignifica y adquiere los recursos necesarios para su digno sustento y el de su familia, para la educación de sus hijos y contribuye a aumentar los recursos de la sociedad como servicio al bien común y a la solidaridad”.