El Nuncio Apostólico en Irak, Mons. Francis Assisi Chullikatt, hizo un llamado para que se garantice la seguridad de los cristianos iraquíes, tras conocer la noticia de la muerte del Arzobispo de Mosul (Irak), Mons. Paulos Faraj Raho, quien había sido secuestrado violentamente el pasado 29 de febrero.
Así lo indicó el Nuncio a la agencia Fides. El Arzobispo también declaró que "el cuerpo del Prelado fue encontrado en las afueras de Mosul. Fue sepultado por los secuestradores. No se conocen todavía las circunstancias de su muerte".
"Hasta la mañana de hoy confiábamos en encontrar a Mons. Rahho con vida para reconducirlo a su comunidad de fieles. Su muerte se agrega a la de sus dos guardias de seguridad y su ayudante, asesinados al momento del secuestro", explicó el Nuncio.